martes, abril 11, 2006

unos mates que le agradecemos a Lalo Mir

El mate no es una bebida. Bueno, sí. Es un líquido y entra por
la boca. Pero no es una bebida. En este país nadie toma mate
porque tenga sed. Es más bien una costumbre, como rascarse.
El mate es exactamente lo contrario que la televisión: te hace
conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás solo.
cuando llega alguien a tu casa la primera frase es "hola" y la
segunda "¿unos mates?
Esto pasa en todas las casas. En la de los ricos y en la de
los pobres. Pasa entre mujeres charlatanas y chismosas, y pasa entre
hombres serios o inmaduros.
Pasa entre los viejos de un geriátrico y entre los
adolescentes mientras estudian o se drogan.
Es lo único que comparten los padres y los hijos sin discutir ni
echarse en cara. Peronistas y radicales ceban mate sin
preguntar. En verano y en invierno.
Es lo único en lo que nos parecemos las víctimas ylos verdugos;
los buenos y los malos.
Cuando tenés un hijo, le empezás a dar mate cuando te pide. Se lo
das tibiecito, con mucha azúcar, y se sienten grandes.
Sentís un orgullo enorme cuando un esquenuncito de tu sangre
empieza a chupar mate. Se te sale el corazón del cuerpo.
Después ellos, con los años, elegirán si tomarlo amargo, dulce, muy
caliente, tereré, con cáscara de naranja, con yuyos, con un
chorrito de limón.
Cuando conocés a alguien por primera vez, te tomás unos mates.
La gente pregunta, cuando no hay confianza: "¿Dulce o
amargo?".El otro responde: "Como tomes vos".
Los teclados de Argentina tienen las letras llenas de yerba.
La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas.
Siempre. Con inflación, con hambre, con militares,con democracia,
con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas.
Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da.
La yerba no se le niega a nadie.
Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de
ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular.
Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos
de los padres. Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de
tomar por primera vez unos mates, solos.
No es casualidad. No esporque sí. El día que un chico pone la pava al fuego
y toma su primer mate sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es que ha
descubierto que tiene alma. O está muerto de miedo, o está muertode amor,
o algo: pero no es un día cualquiera.
Ninguno de nosotros nos acordamos del día en que tomamos por
primera vez un mate solo.
Pero debe haber sido un día importante para cada uno.
Por adentro hay revoluciones.
El sencillo mate es nada más y nada menos que una demostración de valores...
Es la solidaridad de bancar esos! mates lavados porque la charla es buena.
La charla, no el mate. Es el respeto por los tiempos para hablar yescuchar,
vos hablás mientras el otro toma y es la sinceridad paradecir: ¡Basta, cambiá
la yerba!".

Es el compañerismo hecho momento.
Es la sensibilidad al agua hirviendo.
Es la modestia de quien ceba el mejor mate.
Es la generosidad de dar hasta el final.
Es la hospitalidad de la invitación.
Es la justicia de uno por uno.
Es la obligación de decir "gracias", al menos una vez al día.
Es la actitud ética, franca y leal de encontrarsesin mayores pretensiones que compartir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy lindos y acertados tus apuntes sobre el mate, muy representativos del pensamiento noble de los rioplatenses que tanto lo amamos. ¿Y si nos juntamos con los uruguayos en una gran plaza para sellar nuestra hermandad y juramentarnos no llegar nunca a la locura del enfrentamiento alrededor de unos buenos verdes?. Nunca quedó claro si a los entrerrianos nos llaman
"panzaverdes" por los muchos mates que tomamos, o porque el ejército de Ramírez era muy diestro en eso de "avanzar cuerpo a tierra". Un abrazo, Carpincho! Muy lindas tus "notitas". Un entrerriano tristón!